Todo eclipsado

Todo oscuro, sin luz,
ni amor, ni ilusión.
Todo muerto, un infierno.

Si tras el encuentro
veo mi porvenir incierto,
mi existencia apagada.
¿Qué me queda?

¿Qué hago aquí?
¿No es mejor morir,
ser libre, no sufrir,
olvidar el sentir?

¿Quién puede decir
que la vida es belleza,
armonía, alegría?

Explicarme estas idas.
No encuentro nada,
miles de desconocidos,
compañeros, enemigos.

Fuego abrasador interno,
hacerme prisionero
quiere, no lo permito,
no dejo sea mi dueño.

¿Dónde la felicidad?
¿Quién me amará,
querrá, deseará?

Maria Cruz Pérez Moreno