A Don Mario

Por fin se terminaron las presiones
los dolores
las fatigas de saberte quien tan grande
los pendientes
los enormes desengañes

ya de un pueblo callado
ya de un sitio necesario
o de un odioso exilio
que mermaba más tu fuerza entintada
que el cierto sentimiento de ser
cuan colosal llegaste a florear

ya te es posible volverte de nuevo
al paisito que tanto entrañaste
al papel que con tan buena voz investiste
y al mundito que con tal voracidad
aplaudió sin tantos juicios
tu paso por paso
tus enormidades
tus puntos sin seguidos y sin comas
tus historias
tus amares
y tus esos tan de envidia conseguir
batir los males

por fin tu palabra precisa levantó sus amarras
y aunque ya era tu tiempo
y aunque duela

pondré alas a todos tus vocablos
gritaré tus conseguires en cualquier posible parte
y dictaré auto de formal barbarie
a quien se atreva a decir que tu voz
tu presencia
tu lección
y tu saber

puedan salirle sobrando
o pasar inadvertidos
a quien presume serse parte vegetada
de esa academia de vida
donde más mata quien silencia
quien encubre
quien figura
y quien tapa

que el que grita a ciencia cierta
entre las venas
que tu voz fue momentánea

porque hoy es momento de hablar
de escribir
de llorar
de estallar
sin temor a ser presa del idiota
del dócil
del manso
o el dúctil...

tu que por fin te marchas
tu que por fin sabes que estás mejor allende
no te embolses de más los silencios
y permíteme escucharte
y pronunciar así en tu nombre
esos decires que por fin...

al menos en vida
no atiné siquiera a imaginar o compartir

vaya en paz pues
viejo Don Mario
le prometo enunciarlo
en cualquier momentito
y buscarle

cuando en sus dolorosísimas ausencias
como cada a diario
me haga falta su atinado
y prolífico decir.

Descanse en paz Don Mario Benedetti.
No. Registro: 03-2010-112511500800-14