La locura es la enfermedad de la que se alimenta el amor

La locura es la enfermedad de la que se alimenta el amor,
Eso dices tú cuando locamente me besas con tus labios que queman como cien mil fuegos
Tu cuerpo moreno que se nutre del placer de las caricias,
Tus manos que llevan filos escondidos en ellas, me acarician suavemente
Me haces sentir deseada por un deseo incorregible y adusto que embrutece mis sentidos, pero sus manos, gruesas e impasibles no dejaban de acariciarme, nuestros cuerpos parecían presagiar lo que vendría después una lluvia de besos sin control y sin freno en la que nada nos tenía, ni siquiera el rictus impasible del tiempo.
Mi cuerpo parecía hacerse agua al ser tocado, su cuerpo parecía hacerse hielo al contacto con mis manos sus labios parecían un fuego fatuo y sagrado
Mis ojos hechos agua como por encanto, lloraban lágrimas de hielo seco y el cuerpo de pronto se hacía fuego
Y aunque nunca encuentre en la vida un amor, siempre puedo coger una flor