Profunda pasión.

Te imagino luciérnaga
iluminando el vacío
que se posa sobre la noche.
Mientras respiro el añejo recuerdo
que brota del vergel de mi espera.
Se consumen horas,
arden minutos...
se queman segundos.
Las cenizas se amontonan
en el fresco sereno
de toda madrugada,
formando pequeñas reliquias
vivientes de ti…
Las guardo consiente
de que son mi daño
y el réquiem de mi dolor.
Pero no las suelto…
Las poseo frenético
en una profunda pasión
de nombre poesía.