Corazón maltrecho

Mi penar es alegre como el canto,
musical y con dolor sentido;
semillero de tristezas y del llanto,
corazón por amores oprimido.

Caerán, plañideros, los sollozos,
ahogando a los rosales florecientes,
caerán, malheridos, los rebozos,
que mataron nuestras ansias inocentes.

La luna del ayer no regresará,
se apagó la sonrisa en las estrellas
y la luz de tus ojos negará,
el reflejo de sus imágenes bellas.

Desatento es ahora nuestro río,
marchitas nuestras flores de azahar.
El círculo se cierra en el estío,
entre el blanco que nunca volverá.

Qué miseria inmerecida es el destino,
que se destruye, implacable,  en mi pecho.
Hoy, en compañía de un buen vino,
lloro por tu ausencia, corazón maltrecho.