VADE MECUM

Vade Mecum

Voy a hablarte de la LUZ,
esa que me rodea, esa que me circunda,
me acompaña y me envuelve…

De esa LUZ de adentro,
la que llevo oculta
y resguardo de miradas,
inquisiciones, búsquedas y pesquisas…

Esa que, a veces, en un breve reflejo,
se proyecta por mis ojos,
cuando perciben LUZ afuera…

Esa LUZ no paga cuentas;
esa LUZ no alimenta;
esa LUZ no sustenta…

Esa LUZ es mía, es propia,
me pertenece por derecho esencial,
yo la adquirí, no me la dieron.

No intentes robarla,
no te la apropies, es mía en esencia;
es mía, por creación, por convicción,
por inmanencia.

Esa LUZ es tan propia
como yo misma lo soy;
no la usurpes, no la expropies;
no la tapes ni la asfixies,
no la cubras o ensombrezcas...
Pues, muy a pesar de todo,
ella brilla e ilumina siempre…

Esa LUZ, cuyo dominio orgullosa poseo,
y, sin embargo, sus títulos,
orígenes y nacimiento no ostento,
no exhibo, no enrostro...

Esa LUZ…, no me pertenece por completo…

No obstante
ser su única artífice
y creadora;
yo la soñé,
yo la inventé;
yo la reivindiqué
ante el Mundo;
yo la encendí
y la iluminé
en noches solitarias, densas,
rodeadas de tinieblas...

Pero escrito está.

Me la sacarán
y apagarán,
mordisco a mordisco,
arrebato a arrebato,
zarpazo a zarpazo,
bocado a bocado;
con su hambre ávida y voraz
no me dejarán nada…

Esa LUZ
se está muriendo,
ahogada,
enceguecida de incomprensión
y desaliento.

Esa LUZ yo ya no la puedo sostener,
no la puedo retener;
se me va,
se me aleja,
y me deja…

Esa LUZ yo ya no la puedo defender,
resguardar,
preservar,
cuidar
y conservar.

Esa LUZ
está silente, quieta,
casi no respira;
parece a punto
de pasar a otro estado…

Porque esa LUZ
a mí me encandila,
y no me permite ver
o percibir
el verdadero negror,
la dimensión oscura y abisal
de las sombras que proyectan sobre mí
las almas de los otros…

Esa LUZ me obnubila,
pues yo no entiendo
de qué vive,
de qué se sustenta,
de qué se alimenta…

Esa LUZ vade mecum
a mi muerte…

Asistirá a mi funeral,
se apagará junto a mí,
como una brasa sola y queda…

Sólo espero
que algo de mi LUZ
te quede como herencia;
y, cómo no,
también como recuerdo.

Sólo recuerda mi LUZ;
lo demás…, no era cierto…

10/junio/2009

María Luisa Landman R.