CONTESTACIÓN AL POEMA XIV DE GUSTAVO ADOLFO BECKER

XIV

Te vi un punto y flotando ante mis ojos

la imagen de tus ojos se quedó,

como la mancha oscura orlada en fuego

que flota y ciega si se mira al sol.

Adonde quiera que la vista clavo

torno a ver sus pupilas llamear;

mas no te encuentro a ti, que es tu mirada,

unos ojos, los tuyos, nada más.

De mi alcoba en el ángulo los miro

desasidos fantásticos lucir:

cuando duermo los siento que se ciernen

de par en par abiertos sobre mí.

Yo sé que hay fuegos fautos que en la noche

llevan al caminante a perecer:

yo me siento arrastrado por tus ojos,

pero adónde me arrastran no lo sé.

Gustavo Adolfo Bécquer.

CONTESTACIÓN AL POEMA XIV

No preguntes adónde te llevan

ni adónde te han de arrastrar,

sólo siguelos en el silencio

para ver adónde te han de llevar.

Pues son mis ojos únicamente

los que te van a guiar,

por caminos insospechados

que en silencio habrás de caminar.

Mires donde mires

en el espejo de mis ojos te verás,

y el fuego quemará tu alma

para que aprendas amar,

y los fuegos fautos de la noche

en sentimiento te envolverán.

No, no preguntes adónde llevan

simplemente déjate llevar,

que en mis ojos encontrarás la fuerza

del corazón al latir y palpitar.

Carmen Gutiérrez Tamayo (03/02/2011)