CADA NOCHE

Desnudo de alas que mis manos a tu risa sujeten,
cada noche duermo sobre el ombligo gris
de un bello recuerdo, que se abraza desesperado
a la cintura de tu ausencia.

Me pierdo en la oscuridad de un sueño
que se enreda caprichoso
en la seda que cubre suavemente, los rizos rebeldes
de tus pestañas que como pétalos de rosas: a la tarde
su olor devuelve y en mi despiertan
las primaveras dormidas en los jardines del edén.

Desnudo de alas que mis manos a tu risa sujeten,
cada noche me pierdo en el vuelo eterno de un cometa
que gira a tu alrededor, locamente
enamorado de la risa de tu boca y de la luz de tus ojos.