SIN MENTIR

Y me quedo en la calle.
Complejas, las causas. Me expulso.
Qué hiriente la mirada, cuando no es capaz de ver los miedos.

Así aprendo nuevos códigos. Sobrevivo otra vez.
La cara de siempre, pero sucia. El corazón descascarado, vuelto un poco neurótico a la fuerza. Sindrome de debilidad.
Te sobra algo? algo para darme digo, porque todo se me hace duro desafío y no sé si es que invento mal o es el precio de lo que elegí.

(a la semana siguiente)

Unas pocas palabras salvan. Siempre igual, y aún me sorprendo.

Alas negras que me empujan hacia donde caigo parada. Qué bien, aunque me duele. Podés creer, sólo había que encontrar la puerta entre los dos lugares. Una pena no haberlo sabido.