Escenas de alcoba

Artes del fénix

Se aprende el agua por la sed.
La tierra por los mares navegados.
Y por el dolor, el rapto.
Emily Dickinson

Soy el fénix defectuoso
que no sabe juntar
en el camposanto del alma
los lienzos emplumados de su par de alas,
hechas no tanto ceniza
sino ascuas de lo que fui.

¿Tú y yo nos éramos destinados
en los cálices amargos de la casa doce,
que en su cúspide abreva
al oscuro transmutador, y en su duela,
por los rincones de tan bella solería,
va tramando mi disolución?

Yo misma construí aquella casa
invisible a tu ojo saturnino,
que me aprisionó entre muros de aire
para que de ahí no pudiera escapar
con mi parvada de pájaros ciegos.

Dice uno “vuela”
y sabe de la piedra.
Dice uno “nieva”
y sabe de la orquídea.