LA NIÑA QUE YO AMO

LA NIÑA QUE YO AMO

Que bonita es la niña que yo amo,
tiene el rostro matizado y virginal.
Tiene el cuerpo moldeado de cariño
su sonrisa es esbelta e inigualable
desprendida de su alma angelical.

Ella tiene la figura de una diosa,
y no le falta la elegancia de los cielos.
Tiene en sí, la belleza del universo.
Y sigue siendo niña, con sus ojos de diamante
que me envuelven con el perfume de su pelo.

Tiene los ojos como luceros, coronados por sus cejas,
cercados con su vivísimas pestañas negras.
Tiene su sonrisa de media luna en verano,
y sus blancos dientes, ebrios de alegría.
A ella le vibra el corazón, y a mí me tiemblan las manos.

Su caminar me acaricia, y me envuelve su belleza,
con un ritmo misterioso e indescriptible de mujer.
Tiene ese poder de embrujar sin hacer nada,
de que se le humillen sin ser la dama altiva,
pero es que ella tiene la nitidez en el alma.

Ella tiene mil perlas al sonreír despacio,
que se desprenden en destellos luminosos de plata.
Ella tiene, ese ademan tranquilo que aloca.
Y aunque está mucho más arriba de mi hombría;
quiero besarle los pétalos de su boca.