DESTINO

DESTINO

Extrañas leyes rigen nuestros sinos,
imponderable surge el accidente,
el que no avisa y llega de repente
cambiando en nuestra vida los destinos.

Inescrutables cálculos divinos,
los resultados son el remanente
que sufrimos de forma diferente
según la alteración de los caminos.

Y los efectos son impredecibles
nos pueden provocar la depresión,
el derrumbe y pensar en el suicidio

O pueden convertirnos en sensibles
dispensadores firmes de ilusión
negándose a encerrarse en tal presidio.

El destino imprevisible
se presenta a nuestros ojos
mas seguimos sus antojos,
el resultado es visible.
El destino incomprensible
nos retuerce los caminos,
son los designios divinos
decimos tras la desgracia
mientras con palabra lacia
nos consuelan los vecinos.

Los caminos del destino
pueden sorprender a veces,
cuando son llanos te creces
y te hundes si hay mal sino.
No perdamos el camino,
sea fácil o escabroso
no hay motivo poderoso
que nos haga desistir
de en esta vida seguir
buscando el sol luminoso.

En la cuna del destino
llegamos aquí embalados,
caminamos agitados
siguiendo nuestro camino.
No escaparemos del sino
mas podemos, los entornos,
amenizar con adornos
que vuelvan más agradable
nuestra vida y confortable
antes de acabar en hornos.

La influencia del destino
en este mundo nos lleva,
parece que se renueva
pero es el mismo camino.
Acaba en el mismo sino,
acaba en los mismos puertos,
en terrenos de los muertos.
La muerte y el nacimiento
son, a mi conocimiento
final y principio ciertos.

Solo Dios sabe el destino
de cada hombre y mujer
de todo animal o ser
de este mundo peregrino.
Si dueños de nuestro sino
nos creemos, bien erramos;
Nuestra libertad clamamos
olvidando que al venir
a la tierra ya el morir
sobre los hombros llevamos.